Queridos hermanos/as en la Santa VeraCruz.
Comienza en nuestra Hermandad una nueva etapa. Si todo trascurre conforme al deseo de la Junta de Gobierno encargada de afrontarla, será un tiempo para recuperar el trabajo realizado en épocas anteriores, cumpliendo siempre con los principios que contienen nuestros estatutos, aprendiendo de nuestros fallos y tomando como base nuestros posibles aciertos, siempre en aras de evolucionar y progresar para conseguir la Hermandad que todos queremos.
Es mi firme propósito poner al servicio de la VeraCruz todo mi esfuerzo y dedicación, así como la experiencia acumulada a lo largo de los años en que ostenté la noble responsabilidad de dirigir nuestra querida Hermandad.
La Junta de Gobierno que me honro presidir llega cargada con la ilusión, el empeño y la determinación imprescindibles para alcanzar los ambiciosos objetivos que nos hemos propuesto. Objetivos que vienen marcados por el enorme prestigio que atesora la Hermandad de la VeraCruz, cosechado a lo largo de su dilatada historia. Por nuestra parte, no escatimaremos ni un ápice de cualquier esfuerzo que esté a nuestro alcance para honrar de este modo a todos cuantos nos precedieron en esta noble tarea y que contribuyeron con su tesón a engrandecer este legado.
Pero para lograr cualquiera de nuestros propósitos, resulta fundamental la inestimable colaboración, comprensión y, sobre todo, participación del elemento más importante y valioso de nuestra Hermandad: Vosotros, todos y cada uno, Hermanos en la VeraCruz. No siempre acertaremos. Tal vez no estemos a la altura de lo que de nosotros se espere en alguna ocasión, pero tened el seguro convencimiento de que siempre buscaremos actuar con el rigor y la humildad que nos exige el mandato que nos habéis confiado. Pretendemos así lograr la meta de hacer que todos nos sintamos orgullosos de nuestra Hermandad y podamos pregonar con total satisfacción: “Yo soy crucero”.
Y a todos vosotros que, sin ser hermanos de la VeraCruz, visitáis esta página Web, os deseo que esta sirva para haceros partícipes de la historia e idiosincrasia de una Hermandad que tuvo su origen en las primeras décadas del siglo XVI y que constituye hoy en día, gracias a la labor, sacrificio y perseverancia de cuantos cruceros nos precedieron, una de las hermandades más importantes de nuestro entorno.
Que Nuestro Padre Jesús de la Columna y Azotes, el Santísimo Cristo de la VeraCruz, Nuestro Padre Jesús del Calvario y Nuestra Señora de los Remedios Coronada, nuestros Sagrados Titulares, os den su bendición y su protección en todo momento.
A vuestra entera disposición, recibid un fraternal abrazo.
Francisco Córdoba Reina
Hermano Mayor