“… Y Paco abrió los ojos despacio, envuelto en una claridad tenue que irradiaba paz. Algo confundido, se dirigió hacia un mostrador cercano donde se adivinaba la silueta de un hombre.
-Disculpe -dijo-. Soy Paco…
-Romero, si -terminó San Pedro de decir por él-. Aquí todos le conocemos.
Y agachándose un momento, se dirigió a un niño pequeño diciendo: “Avisa de que ya está aquí”. El niño miró a Paco sonriendo y desapareció en un instante. ¿Eso eran dos alas?
-Disculpe -insistió Paco-, pero no comprendo lo que…
-Él ya viene de camino. Le estaba esperando. Mire, por ahí se acerca…
Paco se volvió y un resplandor inundó su alma más que sus ojos de un calor inmenso que no quemaba, pero ardía por dentro. Y tan solo una mirada sació su corazón de amor y consuelo. Prudente y tímido como siempre, apenas acertaba a balbucear su nombre y las dichosas palabras no parecían querer salir de su boca.
-Me llamo Paco Ro… -intentaba decir-.
-Yo ya sé quién eres -le interrumpió con una sonrisa Jesús, mientras lo invitaba a caminar a su lado-. He oído hablar mucho de ti todos estos años -le dijo-. Tú eres el hombre bueno que ha cuidado de mi madre como si fuera la suya. El que tantas veces acarició sus manos mientras la vestía como nadie más podría hacerlo. El que compartió con Ella sus tristezas y alegrías. El que en tantos años, tantos, nunca se apartó de su lado. ¡Claro que te conozco! Ha sido Ella la que me ha pedido que viniera en persona recibirte, y ¿Cómo podría negarme el honor de hacerlo? Mira, está allí, justo detrás de aquella nube.
Y entonces la vio. Remedios se volvió hacia él despacio, sonriendo, mirándolo con todo el amor del mundo contenido en su mirada y la luz del infinito derramándose en sus ojos. Entonces Paco comprendió que estaba en el cielo, por que durante toda su vida, para él no hubo otro cielo que los ojos de Remedios”.
La Hermandad de la VeraCruz de Aguilar de la Frontera, con todo el cariño de su corazón, a la memoria de don Francisco Romero, Teniente de Hermano Mayor y pilar fundamental de nuestra Hermandad.
D.E.P.
